Mark Seldon, jefe de estudios del Gresham’s School (Reino Unido), un colegio que ofrece los A-levels y el Programa del Diploma (PD), anima activamente a todos sus alumnos a que estudien el PD.
Seldon habla de cómo los efectos positivos del PD perduran después del colegio y la educación superior. “El programa se centra en el desarrollo de la automotivación y la organización, la forma de equilibrar las cargas de trabajo y la comprensión de las relaciones y las comunidades”, señala. “El IB promueve las habilidades sociales que valoran las empresas, tales como el trabajo en equipo, la comunicación y la empatía. El perfil de la comunidad de aprendizaje del IB también ayuda a los alumnos a plantearse el lugar que ocupan en la sociedad, no solo para convivir fuera del colegio, sino también para prosperar y, con frecuencia, intentar cambiar el mundo”, añade.
En el PD, los alumnos eligen tres asignaturas de Nivel Superior y otras tres de Nivel Medio. En los A-levels, en cambio, los alumnos eligen solo tres asignaturas. “En el PD, de hecho, los alumnos deben seguir estudiando asignaturas que las empresas consideran imprescindibles, como su primera lengua, una asignatura de ciencias de su elección y matemáticas, aunque estas últimas horroricen al principio a algunos alumnos”, señala Seldon. “En lo que se refiere a la solución de la escasez de competencias en este país, el hecho animar a los alumnos a estudiar lenguas, matemáticas y una asignatura de ciencias hasta los 18 años es, indudablemente, un paso positivo para preparar a la siguiente generación”, añade.
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