La pieza que falta en la educación en Estados Unidos: el paso de un paradigma industrial a uno basado en la indagación

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Fecha de publicación: 12 de deciembre de 2022 

Robert Kelty, jefe de desarrollo y relaciones externas del Bachillerato Internacional (IB)

Fuente: A missing piece for education in the United States: Moving from an industrial to an inquiry-based paradigm | The Thomas B. Fordham Institute 


Nota del editor: Este ensayo pertenece al Wonkathon de la Universidad de Fordham de 2022 (en inglés), que planteó a sus colaboradores una pregunta fundamental y difícil: “¿Cómo pueden los estados eliminar las barreras políticas que impiden al personal educativo reinventar la educación secundaria?” Obtenga más información.


Cuando se trata de la educación, Estados Unidos busca respuestas. Cada semana revela una tarea sisífica en titulares que se repiten: el alumnado de comunidades marginadas de todo el país continúa quedándose atrás con respecto a estudiantes de todo el mundo. Tan solo leyendo los titulares, podemos ver que docentes y estudiantes se encuentran en un continuo descenso en las evaluaciones estandarizadas (estatales y nacionales), lo que queda demostrado en la Evaluación Nacional del Progreso Educativo (NAEP, por sus siglas en inglés) de 2022. Las historias se suceden sin soluciones tangibles sobre cómo transformar un sistema que podría ser transformador.

Sin embargo, se está produciendo un cambio de pensamiento. Este cambio es bastante nuevo para los colegios estadounidenses, pero resulta necesario si pretendemos alcanzar una transformación a nivel nacional. Se abandona el “paradigma de la era industrial” tradicional para pasar a un modelo basado en la indagación y centrado en el alumno.

Los modelos de aprendizaje basado en la indagación son contrarios al paradigma educativo de la era industrial. Lo que hacemos en las aulas simplemente no funciona a gran escala, tal como lo demuestra el reciente informe Out of the Box: How Innovative Learning Models Can Transform K-12 Education. Expectativas altas, creer en cada estudiante y un alto nivel de exigencia son estrategias clave. Sin embargo, estas estrategias omiten algo que, según diversos estudios de investigación y profesionales de la educación, debería ocurrir: se debe dejar la enseñanza directa y monolítica, que no despierta interés en el alumnado, y avanzar hacia la idea de “aprender a aprender”. He aquí una cita del informe:

“Nuestra decisión nacional está clara. Podemos continuar definiendo el cambio como se ha definido durante los últimos 40 años, aceptando de forma tácita que el paradigma educativo industrial sigue siendo la mejor manera de proporcionar educación y centrándonos en la optimización de su impacto al intentar mejorar gradualmente sus elementos centrales. O bien podemos considerar la posibilidad de que debemos transformar el propio paradigma industrial. Si bien es un modelo que se diseñó hace más de un siglo, su influencia ha limitado extremadamente los esfuerzos bienintencionados que buscaban una mejora del sistema. La trascendencia de estas limitaciones inherentes requiere modernización: el desarrollo de un nuevo paradigma educativo que fundamentalmente reinvente el aula en sí, a fin de que cada estudiante pueda alcanzar su máximo potencial” (pág. 17).

En el Bachillerato Internacional (IB) compartimos esta visión. El aprendizaje basado en la indagación y la idea de aprender a aprender han sido esenciales para estructurar la educación del IB durante más de 50 años, comenzando con el Programa del Diploma. Importantes estudios de investigación demuestran que el aprendizaje basado en la indagación es una herramienta valiosa: el alumnado se involucra impulsado por sus propias curiosidades y aprende los hábitos y las habilidades necesarias para resolver de forma autónoma los problemas que identifica.

Con frecuencia la educación ha sido un ejercicio pasivo, con un currículo estático que ignoraba los puntos fuertes y las necesidades individuales del alumnado, pero este enfoque ya no resulta aceptable en las aulas y en la economía de hoy en día. Pese a que recientes reformas han aumentado la responsabilidad de los colegios, los regímenes de evaluación que refuerzan las competencias tradicionales promueven una enseñanza poco estimulante. En la actualidad, el aprendizaje basado en la indagación está presente en cerca de 2.000 colegios del Bachillerato Internacional de Estados Unidos y en más de 5.600 colegios de todo el mundo. La incorporación hace 10 años del Programa de Orientación Profesional del IB ofrece un itinerario de graduación ambicioso que hace hincapié en las habilidades y capacidades personales y profesionales, a fin de acelerar la preparación para la educación superior y, al mismo tiempo, impulsar trayectorias profesionales y la obtención de certificados. Hemos tenido estudiantes que se han convertido en chefs, especialistas en automoción, especialistas en informática, e incluso profesionales de la medicina, gracias a las experiencias profesionales adquiridas en el programa y a las habilidades que nuestro alumnado puede transferir a cualquier profesión que elija después de su graduación. ¿Por qué? El Programa de Orientación Profesional está orientado tanto a los estudios universitarios como a las trayectorias profesionales, ya que se fundamenta en los conceptos del aprendizaje basado en la indagación, pero también prepara al alumnado para el mercado laboral.

Como indica el informe Out of the Box, abandonar prácticas obsoletas arraigadas en el ADN de los colegios de la era industrial y adoptar un modelo basado en la indagación requiere tiempo, compromiso y un liderazgo auténtico. Los cambios transformadores toman tiempo, pero el IB y otros modelos de aprendizaje innovadores demuestran que la transformación escolar es posible, sobre todo cuando el aprendizaje basado en la indagación constituye la base de la enseñanza desde la educación preescolar a la superior.

El Bachillerato Internacional proporciona una infraestructura educativa y pedagógica: un currículo basado en la indagación; un sistema de evaluación exhaustivo diseñado para que los colegios y sus estudiantes cumplan estándares rigurosos; oportunidades de desarrollo profesional que sitúan al alumno en el centro del aprendizaje; el fomento de la autorreflexión constante y la mejora continua de los colegios para cumplir con aspiraciones educativas de primer nivel, y una capacitación sobre liderazgo para lograr todo ello.

Las recomendaciones sobre políticas pueden acelerar la transformación. A nivel federal, estatal o filantrópico, obtener financiación para revisar los modelos de aprendizaje es la forma más rápida de lograr esta transformación. Asimismo, son fundamentales las políticas que permiten flexibilidad en la evaluación. Dado que los resultados de responsabilidad motivan a los equipos directivos y al personal docente, somos conscientes de que el modo de medir el aprendizaje guiará aquello que se enseña. Como dijo un director de evaluación del IB: “Lo que se examina es lo que se obtiene”. Los colegios que adoptan enfoques de aprendizaje innovadores no deben verse sujetos a la evaluación de estilo industrial. En el estado de Nueva York, la prueba piloto de redes de aprendizaje y evaluación basados en el desempeño (PLAN, por sus siglas en inglés) es un ejemplo perfecto de cómo un estado asume el liderazgo en esta cuestión clave, utilizando el IB para inspirar una reforma de los requisitos de graduación. Otros estados animan al alumnado a centrarse en obtener el diploma del IB, con su enfoque basado en la indagación, como una alternativa a la graduación de la secundaria. Además, estos estados con una visión de futuro ofrecen incentivos adicionales para aceptar el desafío académico de la educación del IB al conceder a los alumnos/as créditos universitarios en su sistema de universidades públicas. Por último, Estados Unidos podría aumentar el cambio mediante la creación de espacios para la innovación y la mejora de los colegios, así como otros enfoques para reformar o construir infraestructuras innovadoras.

Liderar el cambio es difícil, especialmente en aquellos colegios que buscan romper el molde. Crear las condiciones de política y evaluación necesarias para la transición del paradigma educativo de la era industrial a un modelo basado en la indagación resulta fundamental para propiciar una transformación de los colegios a escala nacional. Con este tipo de políticas, Estados Unidos podría pasar página y dejar de quedarse atrás constantemente para convertirse en un líder global en educación pública.

Acerca del autor:

Robert Kelty es jefe de desarrollo y relaciones externas del Bachillerato Internacional (IB).