Robin Ye es de origen chino-americano y se graduó en el International School of Beaverton (EE. UU.). Obtuvo un título de grado en Políticas Públicas con especialización secundaria en Derechos Humanos de la Universidad de Chicago. Robin es organizador profesional, además de un estudioso de la política y adicto a ella. Sus primeros pasos en este campo los dio con su monografía, dedicada a una iniciativa electoral de emisión de bonos para financiar los colegios de Portland, Oregón. Actualmente ejerce como organizador político y de campo en la Red de estadounidenses asiáticos y de las islas del Pacífico residentes en Oregón (APANO, por sus siglas en inglés), con sede en el sudeste de Portland.
¿Cómo ha llegado hasta donde se encuentra actualmente?
A día de hoy, trabajo como organizador de actividades comunitarias destinadas a unir a los residentes de origen asiático y de las islas del Pacífico para lograr un Oregón más justo. Muy pocas trayectorias son lineales, pero finalmente he sido fiel a mi especial interés por contar y escuchar historias sobre lo que nos hace humanos. Siempre había querido inspirar a los demás a que se preocupen por nuestra condición colectiva, así como nuestra identidad, comunidad, dignidad y ambigüedad moral. Quería saberlo todo sobre este tema: lo bueno y lo malo, lo desagradable y lo admirable, y no limitarme a las versiones de nosotros mismos que nos afanamos en meter en espacios que no son aptos para alojar nuestra grandeza.
Siempre había querido inspirar a los demás a que se preocupen por nuestra condición colectiva, así como nuestra identidad, comunidad, dignidad y ambigüedad moral.
¿Cuál fue su motivación inicial para cursar el Programa del Diploma del IB?
Quería aprender a escribir, y a hacerlo bien. La única manera de conseguirlo era practicando, y teniendo que escribir aunque no me apeteciera (especialmente cuando no me apetecía). La escritura es más que una forma de expresión, y debe utilizarse para algo más que la autorreflexión. Es la práctica de la indagación. Al explorar la escritura, exploro también un componente esencial de mi proceso mental, ya que pienso sobre el papel (o el teclado) y el proceso de escritura da forma a mi pensamiento, y viceversa. Pero lo más importante es que la escritura depende del lector que se tenga en mente. Me interesaba aprender formas de conquistar los corazones y convencer a mis lectores.
¿Cuál de sus profesores del IB fue el más inspirador?
David Ruff fue mi profesor de Inglés en los dos años del PD. Pienso a menudo en cómo la educación del IB me preparó para lograr una sólida formación en artes liberales, donde aprendí a labrarme un sitio en la sociedad. David Ruff me ayudó a potenciar mi desarrollo como individuo, como alguien con una voz única y una historia que contar. Este profesor odiaba las palabras “reconocible” e “impactante”, y ahora entiendo que quería que mostráramos las cosas en vez de contarlas.
David Ruff me ayudó a potenciar mi desarrollo como individuo, como alguien con una voz única y una historia que contar.
Su método preferido era el ejemplo ilustrativo, y me ayudó a descubrir la agudeza de las palabras y su capacidad amoral tanto para abrirse camino entre la confusión como para deshumanizar.